Algodonales

Algodonales

Algodonales es un municipio español de la provincia de Cádiz, Andalucía. En el año 2007 contaba con 5.726 habitantes. Su extensión superficial es de 135 km² y tiene una densidad de 42,41 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 36º 53' N, 5º 24' O. Se encuentra situada a una altitud de 370 metros y a 118 kilómetros de la capital de provincia, Cádiz.

Las poblaciones más cercanas son Zahara de la Sierra, Olvera y La Muela. Se emplaza en la sierra de Cádiz, concretamente en la llamada Sierra de Líjar, entre los ríos Guadalete y Guadalporcún y es la entrada norte del Parque Natural de Grazalema.

Hoy en día vive fundamentalmente de la agricultura y el turismo rural y de aventura. Es un destino conocido para los practicantes de deportes de vuelo libre. Son renombrados sus artesanos fabricantes de guitarras. También tiene un excelente aceite de oliva.

Historia

El origen de la población se puede vincular a la política de repoblación de las tierras reconquistadas a principios del siglo XVI. El reparto de la tierra que proclama hacia 1.520 la familia ducal de Arcos, los Ponce de León, marca el origen de la colonización de Algodonales, que en 1566 pasa a ser aldea y obtiene una bula del papa para construir una iglesia consagrada a Santa Ana. Gracias a su resistencia contra las tropas napoleónicas se le da independencia del municipio de Zahara en 1817.

Lugares de interés

  • Iglesia de Santa Ana

Fundada el 6 de noviembre de 1784, la Iglesia Parroquial de Santa Ana preside el centro de la Villa de Algodonales

Construida sobre el solar de la primitiva parroquia, su planta es de salón, con tres naves longitudinales, crucero y testero plano, fue obra del arquitecto José Álvarez. La portada principal y la lateral son obra del excepcional arquitecto Antonio Matías de Figueroa.

Del conjunto arquitectónico destaca su espléndida torre, de considerable altura, compuesta por una caña cuadrada, decorada en su cara principal por aristas redondeadas y vanos enmarcados con rica decoración de perfil mixtilíneo, y en las caras laterales y posterior por pilastras con motivos geométricos.

En su interior se nos ofrece un bello repertorio de retablos, entre los que destacamos el de la capilla mayor, de factura neoclásica. Digno de mención es su coro, ubicado a los pies del templo, con rica sillería y facistol

  • Yacimiento arqueológico del Cerro de la Botinera

El yacimiento de encuentra situado en un pequeño cerro cercano a la vertiente oriental de la Sierra de Líjar, en el lugar denominado "Cerro de la Botinera", situado a unos 4 km de Algodonales.

Este cerro tiene una altura de 533 metros sobre el nivel del mar y reúne unas condiciones formidables con vista a la defensa del asentamiento.

Este yacimiento pertenece a un asentamiento de época íbero-romana (siglo II a. C.-II d. C.) datable al menos en estas fechas por los materiales arqueológicos, fundamentalmente fragmentos de cerámica ibérica y romana, así como por los restos de estructuras diseminadas en sus laderas y cumbre.

Los molinos de mano para molturar el trigo son también indicio de una explotación del terreno, apareciendo en las cercanías un pie de una presa de aceite, que reflejan el predominio del cereal en los cultivos y el carácter complementario del olivo.

Las dos construcciones principales cuyos restos emergen son cisternas de agua de época romana, que almacenarían agua de lluvia. Se conservan restos de muros de opus incertum y opus signinum, que formarían parte de la cubierta abovedada. Una casa de principios del siglo XX reutilizó el muro de una de ellas, estructura que podemos observar frente a la Era.

  • Además
    • Ermita de la Virgencita.

Situada en las afueras, está dedicada a la advocación de la Virgen de los Dolores. De su existencia tenemos noticia a mediados del XIX en la obra de Madoz.

La estética de su arquitectura participa de un gran eclecticismo, con mezcla de motivos neoclásicos y neogóticos con elementos típicos de la arquitectura popular. A ella acude el pueblo en romería el último domingo de Mayo.

    • Fuentes y lavaderos públicos.

Fueron realizados en el s.XIX y se encuentran repartidos en distintas partes del casco urbano; en la calle Fuente se encuentra la Fuente del Algarrobo y los Lavaderos. En Avda." Fuente Alta" se encuentra la fuente de la misma denominación.

    • Zonas de vuelo sin motor

La localidad cuenta con varias zonas para el despegue y aterrizaje de parapentes y similares.

Fiestas

Carnaval. Gran Concurso de chirigotas. Pasacalles, carrozas y disfraces. Celebrado a inicios de marzo de 2009.

Recreación histórica. Gran cita en la que durante unos días se recrea el enfrentamiento que tuvieron los algodonaleños ante la invasión del pueblo francés durante la Guerra de la Independencia. Del 1 al 3 de mayo de 2009.2 3 4 5

Romería. Peregrinación y buen ambiente celebrada el último domingo de mayo.

Feria y Fiestas de Santiago y Santa Ana. Finales de julio.

Gastronomía

En la Villa de Algodonales existen varias comidas que se han ido transmitiendo y difundiendo a lo largo de los años:

Algunos de ellos son:

Sopas Tostadas: Un plato simple pero magnifico. Es un receta muy antigua que daba solución a la utilización del pan duro y a la falta de dinero tal como decía el refranero “a buen hambre no hay pan duro”. Los ingredientes son productos de la tierra: Espárragos, aceite, ajos..., todos de alto valor nutritivo para poder trabajar de sol a sol. Las sopas “tostas”, comida que solia hacerse en el campo, se acompañaba de membrillo o con naranjas chinas.

Boronía: La boronía es una comida que combina legumbres y verduras. Un “plato de huerta” de los tantos que la sabiduría popular ha creado en torno a los productos de cultivo popular de las magníficas huertas de Algodonales. En esta receta podemos sustituir las berenjenas por unos tallos de verdolagas. Esta verdura, no muy conocida, crece salvaje en las huertas de Algodonales. Puede usarse para ensaladas o guisos y tiene un sabor muy especial.

Cebolleta: La sopa calentita es uno de los platos más reconfortantes en invierno. ¿Quién no ha disfrutado con el calor de una buena sopa? Estos platos, que últimamente han estado muy desprestigiados, son nutritivos, baratos y fáciles de hacer. Os proponemos una buena cebolleta para un día de frío. La cebolla es expectorante, depurativa, digestiva, diurética y antiséptica. Estimula el apetito y regula las funciones del estómago. Esta sopa no puede servir para aliviar afecciones respiratorias como congestión en los bronquios y para calmar la tos.

Olla: La palabra olla se usa en castellano para definir una vasija redonda, de barro o metal, de boca ancha y con alas. Pero en Algodonales también se usa para aludir a uno de los platos más populares de muchas regiones españolas, cuyos ingredientes principales son, con ligeras variantes los garbanzos la carne y el tocino. Antiguamente, cuando no existían las ollas a presión, “la olla” se dejaba hervir a fuego lento toda la mañana, empezando a cocinarla muy tempranito, antes que saliera el Sol. En Algodonales se la llamaba “olla meneá” porque se solía llevar a los trabajadores en burro. EL meneo de la olla dio lugar a este nombre.

Gachas: Para saber la procedencia de este plato nos podemos situar en la Época Neolítica, cuando nuestros antepasados conocen ya las semillas de cereales y saben que, una vez triturados y mezclados con agua, dan lugar a una papilla fácil de digerir. Mucho después las gachas han salvado a varias generaciones de morir de hambre y, aunque nos llevan al recuerdo de épocas muy duras hoy en día se sirven como manjar en los mejores restaurantes aplicándoles diversas variantes. Las gachas se solían hacer cuando llovía. Al calor de brasero cuando la lluvia era abundante, se servían unas gachas calentitas que se podían aderezar con miel leche o azúcar. Muchas mujeres les ponían también trocitos muy pequeños de tocino frito.

Borrachos: La costumbre de mezclar el vino con aromas y especias eran muy común ya en la Grecia clásica. En esta dulce podemos encontrar esta antigua combinación que se repetirá en muchas ocasiones en muestra repostería: vino, canela, clavo y matalahúga, una mezcla magnífica de sabores y olores. El nombre de este dulce procede de la utilización del vino para elaborarlo. En nuestro pueblo, es un dulce que tradicionalmente se prepara en Semana Santa, junto con los gañotes.

Tortas de Manteca y Almendras: La manteca de cerdo es la base fundamental en nuestra repostería. Tanto en platos dulces como salados la manteca era muy utilizada tanto por su sabor como por su poder de conservación. Mezclada con azúcar y especias nos da estupendos sabores. En invierno, cuando se realizaba la matanza, se hacía dulces aprovechando la manteca del cerdo, entre ellos las bodas y bautizos, ya que era típico celebrar estos acontecimientos con dulces.

Roscos de Manteca: Otra variación de utilización de la manteca con fines reposteros. Gracias a los productos del cerdo muy presente en nuestra sierra, podemos degustar una larga lista de dulces de los cuales os hemos seleccionado los roscos de manteca. Como ya decía el refrán: “de la mar el langostino y de la tierra el cochino”. A falta de moldes, y debido a las carencias económicas, se utilizaba, cualquier instrumento para hacer los roscos: por eso el dedal hacer el agujero en el centro del rosco.

Carne Membrillo: Con la llegada del otoño, vemos en las huertas de Algodonales el amarillo intenso de los membrillos muy característico de nuestra tierra. Muchos escritores entre los que podemos citar a Juan Egea, Manolo Pimentel, E. Romero de Torres, José y Jesús de las Cuevas, etc., han escrito sobre el magnífico valor de nuestras huertas y el color de nuestros membrillos. Para comprobar que la carne está hecha se le hace una cruz en el centro: si se queda el dibujo es que ya está en su punto.

Gañotes: No hemos encontrado el origende este dulce ni de la forma tan curiosa de elaborarlo, pero esperamos que algún amante de la gastronomía algodonaleña haga día una investigación sobre el gañote, ya que este modo de liar la masa en cañas para luego freírla es típica de Algodonales. Aunque podemos encontrara algunos pueblos donde se habla del gañote, nada tiene que ver con nuestro dulce, ni con sus ingredientes ni con la manera de hacerlo. Es un dulce en el que se utilizan muchos huevos. Por este motivo se hacía cuando las gallinas ponían con más frecuencia, es decir en los meses de primavera y, especialmente coincidiendo con Semana Santa.

Paseo de la fuente, s/n 11688 Zahara de la Sierra · Cádiz
info@alojamientoruralcadiz.com

 

Olga Galván Atienza ha recibido una ayuda de la Unión Europea con cargo al Programa Operativo FEDER de Andalucía 2014-2020, financiada como parte de la respuesta de la Unión a la pandemia de COVID-19 (REACT-UE), para compensar el sobrecoste energético de gas natural y/o electricidad a pymes y autónomos especialmente afectados por el incremento de los precios del gas natural y la electricidad provocados por el impacto de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania."